5 ejemplos cotidianos de sostenibilidad ambiental

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1. Reutiliza y recicla todo lo que encuentres a tu paso

Siguiendo la regla de las 3R, identificarás qué residuos puedes aprovechar para darle una segunda oportunidad.

Comienza separando los residuos orgánicos (de origen biológico) de los inorgánicos (Greenpeace, 2020).

Con respecto a los primeros, puedes usar esas cáscaras, huesos o restos de verduras en otras preparaciones, por ejemplo, caldos.

También puedes utilizarlos como abono para tus plantas. Incluso, algunas organizaciones pueden reutilizar el aceite de cocina usado para elaborar biocombustibles.

Con los residuos inorgánicos como papel, tela, metal o plástico, puedes hacer manualidades.

Puedes agrupar dos o tres cajas de cereales, cortar su borde superior y unirlas para crear archivadores (Rojo, 2019).

También puedes dar tus botellas de plástico para que otros fabriquen ladrillos ecológicos (La Nación, 2017).

Y si no puedes darles un segundo uso a tus residuos, asegúrate de desecharlos en los contenedores de reciclaje correspondientes.

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2. Controla el consumo energético de tus electrodomésticos

Desde casa puedes controlar el uso de los electrodomésticos, puesto que son los aparatos que más energía consumen (Fundación Endesa, s.f.).

Ubica tu nevera en un lugar que permita la circulación de aire y no esté en contacto con la luz solar, usa la lavadora llena en ciclos de lavado frío, mantén la puerta cerrada cuando estés usando el horno y seca tu ropa al aire libre; con esto evitarás usar las secadoras eléctricas, ahorrando 480 kWh anualmente (Greenpeace, 2019).

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3. Administra tu uso del agua para contribuir a la sostenibilidad ambiental

Teniendo en cuenta que el agua es un recurso primordial para la vida, la pregunta es: ¿cómo cuidar el agua?

Puedes comenzar por hacer un uso racional del recurso: al lavarte los dientes, afeitarte o ducharte, cierra la llave cuando no la necesites (Oxfam Intermón, s.f.b).

También debes revisar constantemente el estado de los grifos y tuberías para evitar el derroche e instalar en tus inodoros un sistema de ahorro (con introducir una botella de agua en la cisterna bastará) (Oxfam Intermón, s.f.b).

Y evita botar por el desagüe desechos que puedan contaminarla como aceite de carro, aceite de cocina o pinturas.

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4. Explora nuevas fuentes de energía en tu hogar

La demanda energética impulsó a explorar nuevas fuentes de energía y, también, nuevas medidas de ahorro.

En casa puedes adoptar la energía eólica, solar y aquellas que provengan de fuentes renovables (Greenpeace, 2020).

Por ejemplo, puedes instalar un panel solar que te permita disminuir el uso del gas.

¡Puedes cocinar tus alimentos en hornos eléctricos que consuman esta energía limpia! También prueba instalar en tu casa un aerogenerador de 1kW de potencia para generar energía eléctrica a partir del viento (ECOinteligencia, 2013).

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5. Reducir la emisión de gases contaminantes

Podemos hacer mucho para reducir la emisión de estos gases.

Por ejemplo, verificar el buen funcionamiento de los vehículos o utilizar medios de transporte alternativos.

También puedes disminuir el uso de ambientadores en aerosol.

En su lugar podrías emplear aromatizantes naturales que puedes realizar con: limones, naranjas, hojas de romero, menta y alcohol. Los aerosoles contienen sustancias tóxicas que dañan la capa de ozono (Papa Pintor, 2018).

Recuerda, la sostenibilidad ambiental se logra al reducir, reutilizar y reciclar los desechos que se generan a raíz de la actividad humana.