Intolerancias alimentarias: ¿qué son y cómo se combaten?

¿Qué son las intolerancias alimentarias?

Para empezar, es importante que sepas que la intolerancia alimentaria no es lo mismo que una alergia alimentaria. Aunque las dos son reacciones adversas a un alimento, la alergia provoca una respuesta del sistema inmunitario que a veces es grave e incluso mortal. Esta puede incluir urticaria, inflamación, dificultad para respirar entre otros síntomas (Hirsch, 2015).

Ahora, las personas que tienen alguna de las intolerancias alimentarias es porque su cuerpo no logra digerir un alimento o alguno de sus componentes. Al consumirlo, pueden presentar diarrea, dolor abdominal y náuseas. Estos síntomas aparecen algunas horas después de haber consumido aquello que les provoca la reacción adversa (Panisello, 2010). 

¿Cuáles son las intolerancias alimentarias más comunes?

Intolerancia alimentaria al gluten

La intolerancia al gluten es un trastorno intestinal que se produce al consumir una proteína presente en el trigo, el centeno, la cebada y las avenas. Dicha proteína se llama así: gluten. Su consumo provoca diarrea, gases, dolor abdominal y malestar general (Otero et al., 2017).

Esta es una de las intolerancias alimentarias más difíciles de detectar. Se estima que una (1) de cada cien (100) personas presenta esta condición, pero la mayoría no están diagnosticadas (Panisello, 2010). 

Para superarla se recomienda eliminar de la dieta los granos que contienen gluten. También, se deben suprimir los productos que estén elaborados con este ingrediente. Por ejemplo, los apanados, pastas, entre otros (Del Rosario, 2012). 

La lactosa, una de las intolerancias alimentarias más comunes

La intolerancia a la lactosa es una de las más comunes, pues se estima que afecta el bienestar de un 70% de las personas en el mundo. Sin embargo, tiene más incidencia en algunas etnias, principalmente de Oriente Medio y África. Por eso, se cree que existe un factor genético (Panisello, 2010).

Esta intolerancia puede ser primaria, cuando obedece a causas genéticas. Es secundaria si es efecto de otra patología como infección intestinal, enfermedad inflamatoria intestinal, enfermedad celíaca, etc. (Jiménez Ortega, 2020).

Tanto esta como otras intolerancias alimentarias se pueden tratar con una alimentación balanceada. Lo más importante es suprimir el detonante de la reacción adversa, en este caso, la lactosa. En la mayoría de los casos se pueden consumir productos lácteos sin lactosa. Aunque, algunas personas con este problema toleran bien el queso y el yogur (Jiménez, 2020). 

 Intolerancia a los aditivos alimentarios

Los aditivos alimentarios son sustancias presentes en los alimentos cuyo propósito es modificar el sabor, la textura, el aroma o el tiempo de conservación. Por ello, es usual que estén presentes en muchos productos, sobre todo los de origen industrial (Velásquez, 2020).  

En la actualidad no es tan fácil que las personas sepan que tienen este tipo de intolerancia, por eso es muy difícil de diagnosticar (Sánchez, 2020). Sin embargo, cuando alguien es intolerante a algún aditivo los síntomas que presentan suelen ser de tipo respiratorio como asma y rinitis. La recomendación es que, si los síntomas persisten, se acuda a un médico (Sánchez, 2020). 

Recomendaciones finales

Si quieres saber cómo desintoxicar el cuerpo de las sustancias que generan malestar, lo primero que debes hacer es suprimir los productos que provocan la reacción adversa. Para ello, lo mejor es que tengas la asesoría de un profesional de la salud, pues es quien determinará qué se debe hacer frente a estas intolerancias alimentarias. 

Adicionalmente, ten en cuenta que es importante mantener una alimentación balanceada y tener un estilo de vida saludable. De esta forma, podrás evitar cualquier tipo de problema digestivo.