Productos lácteos: ¿por qué deberías incluirlos en tu dieta?

¿Cuáles son los diferentes productos lácteos que existen?

Primero, es indispensable explicar qué son los productos lácteos. Como su nombre lo indica, se trata de aquellas preparaciones obtenidas a partir de la leche. De acuerdo con el Codex Alimentarius, también pueden contener aditivos alimentarios lácteos y otros ingredientes necesarios para la elaboración (FAO, 2021).

En este sentido, cabe destacar que la variedad de esta clase de productos depende de varias cuestiones. Por ejemplo, los gustos culinarios de cada región, las características climáticas, la demanda del mercado, las tecnologías para elaborar los derivados de la leche y las distintas circunstancias sociales y culturales.

Incluso, según comenta la FAO, más de 6.000 millones de personas en el mundo consumen leche y productos lácteos. La mayoría de ellas viven en países desarrollados, aunque el consumo per cápita en países en vías de desarrollo se ha duplicado desde 1960 (FAO, 2021). 

Ahora que sabes esto, posiblemente te interese conocer algunos productos creados a base de leche, incluyendo sus características y beneficios para tu bienestar.

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Yogur

Empecemos con uno de los más conocidos, puesto que el yogur tiene una amplia variedad de gustos en el mercado. Es decir, te encuentras con el yogur natural, pero también se han incluido muchas variantes saborizadas, como los de fresas, melocotón o vainilla. 

En cuanto a sus propiedades, consiste en uno de los productos lácteos con una buena fuente de vitaminas A y B. Además, tiene minerales, como el calcio, fósforo, magnesio y zinc. Pueden comerse como postres, pero también para preparar un rico desayuno.

Además, vale aclarar que contribuye a mejorar el colesterol sanguíneo. Del mismo modo, puede ayudar a eliminar las sustancias tóxicas del intestino y puede ser útil para producir células del sistema inmunitario. Por estas razones, no te olvides de incluirlos en tu dieta (Marques-Lopes, 2020). 

Quesos

Otro de los productos lácteos por excelencia que puedes sumar a tu rutina alimenticia. Se recomienda comer derivados lácteos, como el queso, entre dos y tres veces al día, siempre dentro de una dieta balanceada. La cantidad no debería ser superior a los 30 o 40 gramos, sobre todo en los quesos curados.

En estos casos, el valor calórico suele ser superior, ya que tiene una mayor cantidad de nutrientes que aportan energía, como la grasa. Para los quesos frescos, la cantidad puede ser más alta, entre 80 y 100 gramos (CuidatePlus, 2021). Ahora bien, ¿cuáles son las otras propiedades de este producto?

Pues bien, el queso tiene un elevado contenido de vitamina B12, esta ayuda a mejorar la capacidad del sistema inmunitario. A la vez, es una fuente de calcio y fósforo, claves para mejorar la de los huesos y los dientes. También tienen potasio, que ayuda a controlar los niveles de presión arterial.

Sin embargo, aquí no acaban sus beneficios, pues es uno de los productos lácteos con alta concentración de magnesio, que contribuye en la disminución del cansancio. También aparece el zinc, que sirve para ayudar a regular el metabolismo y generar un bienestar en el organismo (CuidatePlus, 2021).