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Los beneficios de la actividad física diaria están más que demostrados. Moverte le hará bien a tu cuerpo, mente e, incluso, a tu estado de ánimo (Mayoclinic, 2019). Te pueden acercar a un bienestar integral tanto físico como mental.

Sin embargo, debes tener en cuenta que siempre es recomendable combinar la actividad física con una dieta balanceada (OMS, 2014). Esto, porque la evidencia sugiere que el consumo de alimentos poco nutritivos y el sedentarismo aumentan el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles (OMS, 2014).

Te invitamos a seguir leyendo para conocer más sobre los beneficios de hacer ejercicio y apostarle a los estilos de vida saludable.

Beneficios de la actividad física para una vida saludable

Veamos algunos beneficios que trae consigo realizar actividad física de manera periódica

Beneficios de la actividad física diaria que no te habían contado

Un cuerpo sano

Tu cuerpo será el primero en registrar los beneficios de la actividad física.

Con añadir 30 minutos de ejercicio moderado regular reducirás el riesgo de diabetes, entre otras enfermedades (OMS, 2014). 

Tu sistema cardiovascular también se vería beneficiado. El ejercicio suministra oxígeno, lo que promueve que funcione de la mejor manera. Además, cuando el sistema cardíaco y pulmonar trabajan correctamente, tienes más energía para hacer tus tareas diarias (Mayoclinic, 2019). 

Por otra parte, fortalecerás tus músculos por lo que evitarás el desgaste de los huesos. Te alejas del sedentarismo y es un auxiliar para controlar el peso (OMS, 2014). 

Descanso oportuno y beneficios de la actividad física 

Un sueño saludable es otro de los beneficios de la actividad física regular.

Algunas investigaciones han probado que modalidades como el cardio, entrenamiento de fuerza, estiramientos y yoga, ayudan tanto a conciliar el sueño más rápido como a mejorar la calidad del descanso (Observatorio Global del Sueño, 2018).

Los dos factores principales para que esto suceda son que la actividad provoca cansancio del cuerpo y reduce el estrés. Lo que sucede es que la combinación de elevar la temperatura corporal durante los ejercicios de calentamiento y de entrenamiento más el enfriamiento posterior, genera un estado de relajación (Observatorio Global del Sueño, 2018).

Pero hay una recomendación, para poder dormir bien: debes hacer ejercicio entre 3 y 4 horas antes de acostarte evita hacer ejercicio intenso al menos tres horas antes de dormir. La razón es que el entrenamiento vigoroso aumenta los movimientos corporales durante el sueño, lo que podría afectar su calidad (Giménez, 2016).

Además, debes evitar cenas tardías y copiosas ya que también influyen en el descanso. Sobre todo durante la noche cuida tu alimentación (Giménez, 2016).

Actividad física y cerebro sano

Te sorprenderá saber que los beneficios de la actividad física alcanzan hasta al cerebro. Se ha demostrado que el ejercicio podría mejorar la función cognitiva. Lo anterior debido a que las personas que hacen ejercicio tienen un mayor volumen cerebral en estructuras importantes para la memoria (Asociación Colombiana de Neurología, s.f.). 

Además, el ejericio tiene un efecto protector ante enfermedades neurodegenerativas (Asociación Colombiana de Neurología, s.f.).

     Por otra parte, cualquier tipo de ejercicio beneficia a las neuronas aumentando el flujo sanguíneo y el aporte de oxígeno (Asociación Colombiana de Neurología, s.f.). Se ha probado que con el ejercicio también suceden cambios estructurales en el cerebro. Las personas que realizan actividad física podrían tener un mayor volumen cerebral en estructuras relacionadas con la memoria y asimilación del conocimiento.

Para alcanzar estos beneficios no es necesario ser un gran atleta. Es suficiente con realizar 150 minutos semanales de actividad de intensidad moderada (Asociación Colombiana de Neurología, s.f.).

Sin embargo, debes tener en cuenta que la alimentación es un factor muy importante para poder aprovechar los beneficios de la actividad física en el cerebro (Marrero, 2016). 

La ingesta suficiente de macronutrientes (proteínas, grasas y carbohidratos) te dotará de la energía necesaria que el cerebro requiere para funcionar bien (Marrero, 2016).

Lo mejor de todo es que los beneficios de la actividad física están al alcance de la mano de todos, sin importar la edad. De hecho, la recomendación es mantenernos activos durante toda la vida, por eso te invitamos a moverte. Consulta con tu médico antes de empezar cualquier tipo de actividad física que suponga una gran exigencia para tu cuerpo.

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